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Caserio El Naipe

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Subida en Arquitectura
Autor: El Naipe Consejo Comunal
Fecha Tomada: 0000-00-00
Fecha de Subida: 2012-03-04

Cuando hablamos de la palabra “Naipe”, encontramos en el diccionario definido como: “Cada una de las cartulinas rectangulares, de aproximadamente un decímetro de alto y seis a siete centímetros de ancho, cubiertas de un dibujo uniforme por una cara y que llevan pintados en la otra cierto número de objetos, de uno a nueve en la baraja española, y de uno a diez en la francesa, o una de las tres figuras correspondientes a cada uno de los cuatro palos de la baraja”. Como también podemos haber oído “Naipear” que es barajar o mezclar los naipes; “Naipero o Naipera” Hombre o mujer que trabaja en la fabricación de la Barajas o “Naipesco” que pertenece o es relativo a los naipes. Así encontramos oír entre el vocablo común la palabra “Naipeño” que es dícese del lugareño que vive o habita en la comunidad de “El Naipe” (y es erróneo decir Naipones o Naiponesa), en el Diccionario toponímico definimos El Naipe como: centro poblado ubicado a 9º58´de Latitud Norte y 68º 11´de Longitud Oeste a cuatro kilometro del Inmortal Campo de Carabobo, justamente en la Carretera Nacional Valencia –Tinaquillo entre los kilómetros 30 y 35 de la troncal Oeste 5. Allí los lugareños conviven con la Carretera Panamericana, un pueblito con historia y es que este singular núcleo poblado ha recibido a través de la línea de su historia a miles de viajeros que han transitado por estas, pues viajar de Valencia a San Carlos ha sido desde 1804 hasta hoy en día es pasar y saber que “En un rinconcito de Carabobo hay un caserío que se llama El Naipe y esta muy cerca de Tinaquillo”. Testigo es la historia y hablar de ellos es enriquecerse en sabiduría y también es querer a su pueblo, ella como ciencia que estudia el pasado del hombre del desarrollo de los acontecimiento del ayer. Aborda un sinnúmeros de acontecimientos vividos desde los inicios hasta la actualidad, desde este punto es pasado presente y futuro en ella se constituye su lenguaje actuar y pensar de un pueblo, son los registro que se dejan por sus habitantes a través de los tiempos que son recordadas a través de las memorias colectivas y de un valorado pasado que va de generación en generación, moldeando a una comunidad y que se evidencia por formas verbales, escritas a través de mitos leyendas, anécdota, entre otros artículos de prensas, así como documentos piezas o utensilios fotografías. Hemos Querido ofrecer una muestra general del rico y variado patrimonio de nuestra comunidad es aquí que denominamos este trabajo Cronografías de El Naipe, “Historia Local” por ser un trabajo que se ha venido divulgando, viéndose la necesidad de conocer la historia de este apacible pueblo, pretendemos con este trabajo incentivar y valorar a quienes han venido realizando esta bella labor investigativa reconociendo su arduo esmero por hacer de El Naipe un pueblo histórico de Venezuela; resulta compuesto definir “Cronología” a la ciencia de que trata de fijar una sucesión de diferentes hechos históricos, ordenando los sucesos según la fecha. Así como definir ”Grafía” que significa escrito, descripción o tratado descriptivos, en fin Cronografía quiere decir; Escribir los hechos históricos descritos según las fechas. Y siguiendo los lineamientos del “Manual de Historia Local” labor que realiza la Coordinación de historia Local (CHL), unidad adscrita a la Dirección del programa de bibliotecas publicas del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB) y como uno de los propósitos de la Misión Cultura. Ha servido para orientar este trabajo acercándonos más a una visión óptima y comprobatoria. El producto final es una historia que no sea un resumen visto en una página de cualquier libro o solo un nombramiento dentro de un texto narrativo de historia, es evidenciar, resaltar y valorar el trabajo de aquellos que han hecho posible la historia que queremos, para que la comunidad que anhelamos tenga su propia identidad, surja, aprenda a valorar y convivir, con el rico don de pertenecer y vivir en estas tierras históricas que es la riqueza mas grande que tiene este sumiso Pueblito suspendido en el tiempo. He aquí entonces el trabajo investigativo titulado “Cronografías de El Naipe” (Historia Local). Origen de la Palabra “El Naipe” Naipes y juegos de naipes, piezas planas de cartulina, cartón o plástico, por lo general rectangulares y ornamentadas con figuras y números, que se usan para varios juegos de habilidad o azar. Jugar a las cartas ya se hacía en la antigüedad, quizás en su origen con propósitos mágicos y más adelante como juegos que simulaban maniobras en las batallas. Algunos expertos creen que los naipes se originaron en la India como un derivado del juego de ajedrez; otras teorías sugieren que se usaron primero en China o Egipto. Es probable que, desde el Lejano Oriente, fueran introducidas en Europa por los cruzados. En Francia se hicieron muchas barajas muy bonitas en los siglos XVIII y XIX; de gran interés son las barajas revolucionarias, en las que en vez de reyes y reinas aparecían naipes representando ciudadanos, y las exquisitas barajas coloreadas a mano de naipes de trajes de época, que datan de mediados del siglo XIX. Las figuras de los naipes de estas últimas barajas representaban personajes conocidos vestidos con los trajes suntuosos del periodo. Quizás las barajas de naipes más intrigantes de todas sean las llamadas barajas transformadas. A principios del siglo XIX, cuando todavía no se usaban índices en los naipes, la gente se divertía tratando de crear dibujos basados en los puntos o símbolos de los palos de los mismos. El término 'transformación' se refiere a convertir un simple naipe en una obra de arte. Se imprimieron alrededor de 75 de estas barajas Los naipes aparecieron en Europa hacia el siglo XIII, traídos probablemente por los nobles que volvían de las cruzadas. La ilustración muestra un juego de naipes diseñados en Francia por el rey Carlos VII. Los juegos de naipes con este tipo de barajas abundaron en Europa desde el siglo XVII al XIX. En Inglaterra desde 1670 hasta más o menos 1720 se imprimieron series de naipes históricos, grabados con tiras de dibujos, cada uno de los cuales representaba un evento significativo relativo al título de la baraja. Los Otro tipo de baraja que se puede considerar estándar es la llamada baraja española. Consta de cuatro palos: oros, copas, bastos y espadas, y cada uno de ellos está formado por diez cartas numeradas del uno al siete más las tres figuras sota, caballo y rey. Este tipo de baraja también admite pequeñas diferencias en las figuras y en los motivos gráficos Naipes, aludiendo a las barajas se estima que llegaron a Territorio Venezolanos traídas por los franceses respecto a la relación con la comunidad, existen dos versiones que dio origen al nombre de El Naipe; en primer lugar, tenemos la versión de los viajeros se venían desde las diferentes poblaciones existentes para la época, estos acampaban al caer la noche en parajes que eran seguros, por lo general transportaban ganados enseres y alimentos, estos lo hacían con animales de carga (caballos, burros y mulas) acompañados por arreos de Ganados, razón por la cual debían descansar y dejar estos animales en cercos para continuar la marcha para el siguiente día, durante la vigilia de algunos se entretenían entre tertulias, cantos y juegos, entre ellos se conoce que en unos de estos sitios en el que acamparon jugaron a los naipes de allí se comenzó a divulgar el nombre del lugar como el sitio donde se jugo o se juega a los naipes, Frases muy comunes conocidas quedaron en el vocablo de los lugareños y transeúntes tales como: “Pasamos por el sitio de los Naipes”, “Acamparemos en el Lugar de los Naipes ”. La otra versión, cuenta que los viajeros se quedaban a pasar la noches en posadas y en una específicamente se jugaban mucho a las cartas, todo aquel que allí se alojaba se entretenían viendo o participando, otras frase muy relacionada al lugar era que pernoctarían en el sitio o la casa en donde se juegan a los Naipes. Estas dos versiones muy vinculadas que ha venido siendo recordada de una generación a otra nos indica que estas historias dejan de ser leyendas y se convierte en algo que fue real, lo cierto es que las dos concuerdan, de allí se han originados muchas otras versiones y todas apuntan aunque en diferentes tiempos la misma explicación, lo cierto de todos que esta es una de las interpretaciones por la que se origino el nombre de dicha comunidad, refiriéndose al juego de las cartas. El lugar o casa en donde se juegan a los naipes pasó a conocerse como El Naipe este cambio de nombre se debe al dialecto coloquial de los nativos y pobladores, que recuerdan la Casa de El Naipe (hoy desaparecida), de allí los lugares mas antiguos conocidos como; la Quebrada de El Naipe las Vueltas de El Naipe, La Hacienda El Naipe, los actuales; Escuela de El Naipe, Dispensario El Naipe, la Capilla de El Naipe, y todos los lugares e instituciones pasan a ser denominados por los pueblerinos con el mismo apelativo. El Diccionario Toponímico define: El Naipe Centro poblado. Barrio situado en el sector Oeste de la Parroquia Independencia del Municipio Libertador, al Sur del caserío Gualembe. Se localiza entre las coordenadas geográficas 68' 11' 32" de longitud oeste y 09' 59' 26" de latitud norte, población: 950 habitantes. Número de viviendas: 201. Registrado por Telasco McPherson. Ob. Cit. P. 58 como "caserío perteneciente al municipio Tocuyito con 350 casas y 1236 habitantes". Los Lugareños definen al esta localidad como el “Terruño apacible”, “Mi Naipe Querido”, “Tierra donde se guardan grandes tesoros escondidos”, “Donde se inicio la Batalla de Carabobo” “Pueblo Bicentenario y Olvidado de Carabobo”, “Tierras de buenas cosechas y ricos manjares” “Sitio histórico de Carabobo”. El Naipe es un pequeño poblado muy vinculado a la historia de Venezuela tiene su origen desde la primeras fundaciones de las provincias nació siendo solo un antiguo camino que conducía de Valencia a San Carlos, se convirtió en un lugar para refugiar a los viajeros, fue posadas de peregrinos, morada de aquellas tribus nómadas que visitaban esta pintoresca región. Escenario estratégico regalo de la prodiga Gentil Naturaleza, tu cielo, tu riqueza, tu gracia y tu sol. No ha dejado de ser el terruño apacible que recibe hospitalariamente al viandante. Tierras de polvorientas calles, te presta inspiración de aquellos poetas, cantores y personajes, que hacen vida y de los que yacen en los recuerdos acogidos bajo el manto celestial hoy viven en las esperanza de la puericia, porque a ellos les pertenece. “La Población Prehispánicas y Tribus Cercana en la Zona El Naipe” Las primeras fundaciones de los españoles en Venezuela se constituyen de preferencia sobre la base de caseríos indígena; eso consta de numerosos documentos de los conquistadores y misioneros; y en función de trabajadores imprescindibles para la erección de los nuevos pueblo y ciudades, se requería colaboración aborigen; ochos misiones cubren el territorio de Venezuela, seis de ellas predominan la congregación franciscana en sus dos ramas: capuchinos y observantes de varias procedencias entre ellas de Andalucía y Valencia, los frailes vienen con el encargo de reducir a los indios esto es atraerlo, llevarlos a la conversión cristiana y a al obediencia del rey. La más extensa de las misiones es la de los llanos dirigidas por capuchinos andaluces, en 1.658 en las que se incluyen más de cien poblaciones entre ellas San Carlos. A sur oeste de del estado Carabobo se encontraban las tribus de los guamos y Guamonteyes con las que se formaron estas misione y pueblos vecinos tales como Tinaquillo, Tinaco, el Baúl, entre otros. En la zona que hoy se conoce como el Barniz y Chigüita se encontraron restos de vasijas muy pequeñas esto hace suponer que pertenecían a las tribus asentadas en Tinaquillo, son de color blanco ostra y de un grosor moderadamente resistentes. Los frailes en sus expediciones encontraron cerca del rio de Tinaquillo a una tribus que habitaba en las cercanía por los que llamo poderosamente la atención las pequeñas vasijas de loza muy pequeñas y diferentes a las que habían visto esto lleva a la versión del nombre de Tinaquillo que viene del vocablo tinajas chiquitas. Son pocas los hallazgos arqueológicos de la zonas, otro se debe a una pieza de herramientas que utilizaban comúnmente se le conoce como “Hacha” elaborada de piedra y hueso, esta se encuentra escondida entre los que han pasados a resguardar mezquinamente los hallazgos patrimoniales de la zona, así como vestigios de estatuillas pertenecientes a estas tribus ubicadas en la vía que conducía hacia chirgua por el antiguo camino, hoy conocidos como vía el algarrobal y que allí esta situada una casa privada. Los pobladores mas antiguos de estas tierras nacido y criados en su mayorías, aseguran que sus ascendientes les contaron y ellos comprobaron que el camino español que conducía hacías estas dos ciudades, fueron hechas por los moradores indígenas de las zonas, que fueron cazadores y nómadas, esto se le atribuye a las tribus guamos y guamonteyes ubicados a sur de estos poblados. “Estos inteligentes personajes seguían el camino de la presa y como tal su ruta siempre estuvo cerca de las quebradas, ríos y riachuelo que existían para la época de la conquista, tal se conoce en esta zona cerca de Campo de Carabobo el camino de la Danta”, esto en su metódica forma de cazar les seguían el camino hasta lograr su objetivos. No obstante los conquistadores y colonizadores una vez surcando estos lugares y con ayuda de los indígenas que le obedecían a los sacerdotes exploraron estas tierra, y esta es unas de las razones por la que la vía que conduce de valencia a San Carlos en los Años de 1.821, después de pasar la Sabanas de Carabobo se caracterizo por estar ubicada cerca de la quebradas, así lo podemos evidenciar en las vías que hoy están situadas en el caserío de El Naipe. Una exploración realizada por investigadores de la comunidad determino, que el antiguo camino español estuvo cerca de la quebrada de esta localidad, siendo desplazadas por la construcción de la vía en el periodo del general Juan Vicente Gómez, estos trabajos les fueron muy difícil de adelantar en este tramo por que tenían que construir muchos puentes y no se culmino por falta de materiales aptos y su difícil traslado ya que tenían que traerlos desde muy lejos para la construcción de los puentes en el paso por Chigüita, o tal vez por la muerte de Juan Vicente Gómez, al construirse la actual Carretera Nacional, se desplazo aun mas con apoyo de la tecnología para la época lograron cambiarle el curso a la Quebrada de El Naipe, estos datos los consideramos muy importante ya que de esto se determina el origen de esta comunidad y la verdadera ubicación, desplazamientos y estrategia de la Batalla de Carabobo. Nuestra comunidad si tuvo sus primeros pobladores tal se expresa en los textos de Historias del Estado Carabobo por Torcuato Manzo Nuñez, y expone textualmente “Fray Pedro Simón al referirse en sus noticias historiales de Venezuela, y expresa que los indios encontrados por los españoles eran valientísimos y muy numerosos, “Por las noticias dado al Gobernador Villacinda, por el puerto de Borburata y por las entradas y conquistas que se habían hechos de Niruas (Nirgua) de la muchedumbre de naturales que había en la provincia de adelantó, derecho al Leste, que llamaban del Tocuyo……… Desde el punto de vista de la agrupación lingüística, el etnólogo Miguel Acosta Saignes distinguió 10 áreas entre ellas Incluye el área de los Otomacos, Guamos, Taparitas y Yaruros. El occidente de Carabobo estuvo poblados por los aguerridos Jirajaras, y mas de una vez amenazaron a Valencia cuando estaba recién fundadam, de allí se relaciona las historias de la comunidad de Gualembe con el mito de un guerrero cacique, que amenazaba y se enfrentaban a los españoles que se cruzaban por estos caminos, unas de las razones por la que venían en grandes grupos con sus cargas y pernoctaban en las noches para resguardarse de los peligros, he allí la incógnitas si se resguardaban de saqueadores o de estas tribus. “El Indio no se rinde, nunca se rindió. Combatió al conquistador cuando la palabra de este perdió toda la importancia, cuando la sed de riqueza a breve plazo borro escrúpulo empujándolo a al falsía y al crimen” ,entre las investigaciones muchos atribuyen la suposición que estos indios se caracterizaban físicamente por tener los ojos semejantes a los asiáticos, lo que llevo a los españoles darle un apodo burlesco de cara de bobo esta interpretación se le atribuyen a personas de la zona de Campo de Carabobo y es anónima el origen de esta definición acerca del nombre que se le da a Carabobo ya que conocemos que los historiadores le atribuyen en nombre a una palma que significa en el dialecto aborigen “Palmas de las regiones donde abundan el agua” y es que esta tierras presentaban abundantes zonas hidrográficas, mencionaremos el Rio Chigüita , Las quebradas, conocidas, El Naipe, las Manzanas, Carabobo, las Hermanas, El Hoyo, Quintanas El Lorito. Y otros más todos ellos sin dejar de mencionar el Rio El Pao como principal. Los lugareños que han poblado desde su niñez estas tierras han dejado testimonios que describen nuestros indígenas como delgados, piel morena, y baja estatura, con carácter fuerte, (aportes de los que tuvieron contacto con ellos) la demás información se encuentran registrados en los archivos de las diócesis de Caracas , Valencia, Tinaquillo, San Carlos, Guanare y Trujillo, datos muy curioso es que al parecer las palmas representaba para ellos su piedra angular, se cuenta como historia de estos personajes que estaban siempre cerca de esta plantas ya que para ellos esto es señal de abundante agua y esto significa también alimento, recordemos que son nómadas, recolectores y cazadores. Muchos aportes tenemos de la población indígenas como mencionamos anteriormente se le atribuye el antiguo camino que conducía de valencia a San Carlos. Generalmente este se encontraba a orillas de las Quebradas y existen cerca de esos caminos varias plantas de palmas, y es exactamente los lugares que muestran su corta estadía en los sitios el indígena que habitaban estas tierras, eran por naturaleza ambientalista guardaban mucho respeto por la naturaleza a esto se debe su errante peregrinar por estas tierras. Población Prehispánica en Carabobo Ante de la venida de los españoles el territorio de Carabobo, como el del país, estaba ocupado por distintas tribus de indios. Puede decirse que el territorio del estado Carabobo fue descubierto por “Juan de Villegas en el año de 1547”, en el que descubrió y tomo posesión del lago de valencia de este tomo posesión, levantando acta, la víspera de navidad “24 de diciembre 1547”, Juan de Villegas y sus hombres venían del tocuyo y entraron a tierras de Carabobo, por el occidente del estado pasando por Chirgua antes de llegar a descubrir el lago. En este viaje pasaron por la zona de Tocuyito “hoy Municipio Libertador”, que encontraron semejante a la tierra de donde venían y la empezaron a llamar del mismo modo, hasta que andando el tiempo vino a llamarle TOCUYITO. Tribus que habitaban en Carabobo Según Codazzi: Vivian en las calles de Aragua, Carabobo “lago de valencia y sus inmediaciones los Tacarigua, Aragua, Meregotos, Aragua y mucarias. Su lengua debe haber sido la misma que hablaban los indios de caracas. Los indios Guamo y Guamonteyes ocuparon el sur- oeste del estado y con ellos, formaron misiones y puebles en el estado, Cojedes, por su vecindad estuvieron los Aguerridos, Ji rajarás, los Chirguas o Chiruas”. estos dejaron huellas de su permanencia en distintos lugares, como son los nombres y pueblos, animales árboles de la zona, las aves como la guacamaya, exterminado por los cazadores, la guaca de canto triste al atardecer , árboles como el guamo y Tacarigua, este ultimo más conocido como “ el tambor” ya en extinción en la zona. Estos indios dejaron como testigo de su residencia allí, un gran jeroglífico en la zona Chirgua, consiste de dos círculos concéntricos de 19 y 11 metros cada uno y un hueco en el centro, está hecho en uno de los cerros de cariaprima que es visible a distancia. La gente del lugar la llama la rueda del indio, y tiene la creencia de que lo envuelve algún misterio. Los dos círculos semejan una trilla de café, grabada sobre una explanada un poco pendiente de 400 metros cuadrados. Todas estas tribus que vivieron en Carabobo contribuyeron con su sangre y carácter a la formación del tipo carabobeño actual. La Parroquia Independencia, se llama así al municipio formado con el antiguo caserío Carabobo. Este nombre trata de mantener vivo el recuerdo de que allí fue la batalla decisiva de la independencia. Este municipio se creó por la ley de División Territorial de 1964. Se le dieron los siguientes linderos: Norte: con la parroquia Tocuyito, por una línea recta que parte del punto llamado La Ceiba, pasa por el centro de la posesión san pablo y termina en el punto nombrado la Arenosa. Sur: con la parroquia Negro Primero, desde la cumbre de Queipa, siguiendo el cerro de El Caruto hasta llegar a los Picachos. y de aquí con el distrito Pao del estado Cojedes, línea recta a la cumbre de papelón hasta la desembocadura del rio Paya. Este: con la parroquia Negro Primero desde la Arenosa, línea recta a la cumbre de Queipa. Oeste: con Bejuma, hasta el punto de la Ceiba, por el rio chirgua aguas abajo hasta la boca del rio Paya y con el Municipio Falcón del Estado Cojedes. Las coordenadas Geográficas de Campo de Carabobo son: 68• 19’ 07’’ de Longitud Oeste y 10• 02’ 11’’ de Latitud Norte. Está a 479 metros sobre el nivel del mar .Tiene una temperatura media de 25•C. El paisaje geográfico es de sabanas pobladas con chaparrales y bosques de sabanas aisladas, con abundancia de palmas, de allí su nombre de la Palma “Carabobo”. La inteligencia del hombre precolombino había adelantado varios pasos en el camino de su propia civilización, y eso proporcionaba algunas comodidades para el momento en que llego el conquistador español. A la llegada de los españoles se fueron formando caseríos, según el Obispo Martí, esto ocurrió a partir de 1.872. En la guerra de Independencia casi desaparecen los caseríos como Tocuyito, según la autoridad local de la recién creada provincia, existían ocho casas y en los caseríos cercanos 36 haciendas. Poblamientos de El Naipe y caseríos circunvecinos Haremos mención a lo siguiente: La primera ciudad venezolana, constituida con cabildo, casa y fortaleza, fue Santa Cruz, en la laguna de Cosinetas (península de La Guajira). La fundó Alonso de Ojeda en 1502, al asumir la gobernación de Coquibacoa. Santa Cruz duró apenas unos meses. En la sucesión de ciudades venezolanas surgen cronológicamente: Coro, fundada por Ambrosio Alfinger en 1527; Maracaibo, fundada como pueblo en 1529, también por Alfinger, y como ciudad en 1569 por Alonso Pacheco; El Tocuyo, en 1545 por Juan Pérez de Tolosa; Barquisimeto, en 1552 por Juan de Villegas; Valencia, en 1555 por Alonso Díaz Moreno; Trujillo, en 1557 por Diego García de Paredes; Mérida, en 1558 por Juan Rodríguez Suárez; San Cristóbal, en 1561 por Juan Maldonado; Cumaná, en 1562 por fray Francisco Montesinos; Caracas, en 1567 por Diego de Losada; Carora, en 1569 por Juan del Tejo, y Santo Tomé de Guayana, fundada en 1595 por Antonio de Berrío, y que en 1764 se denominó Angostura por su traslado a la “angostura” del Orinoco por orden del gobernador Joaquín Moreno de Mendoza, y a partir de 1846 se llamó Ciudad Bolívar. Juan de Villegas y sus hombres entraron por a tierras de Carabobo por el Occidente del estado, pasando por Chirgua antes de llegar a descubrir el Lago. En este viaje pasaron por la zona de Tocuyito que encontraron semejante a las tierras donde venían y la empezaron a llamar del mismo modo hasta que, andando el tiempo, vino a llamarse Tocuyito, Pequeño Tocuyo para diferenciarlo del otro”. Generalmente los primeros desplazamientos que se registran a comienzo del poblamiento de El Naipe, se deben a los viajes de los españoles que venían del Tocuyo y Barquisimeto hacia Valencia, de allí surgen la necesidad de pernoctar durante las noches en lugares seguros para descansar y darles descansos a las bestias que utilizaban para trasladarse. Recordemos que la primera población fundada en tierra de Carabobo fue Borburata, después que Juan de Villegas descubrió la Laguna de Tacarigua (Lago de Valencia), con esta fundación se inicio el movimiento poblador en el Estado Carabobo, establecida el pueblo de Borburata, victima de los ataques de piratas obligo a los habitantes ha situarse mas hacia el centro de los territorios explorados, naciendo así la ciudad de valencia, que surge como ciudad defacto y no legalmente constituida, ante de la necesidad de sustituirla por los peligros eminentes. Fundada el 25 de marzo 1555 con el nombre de Nueva Valencia del Rey, en recuerdo de la ciudad homónima del Mediterráneo español, como base de avanzada hacia la conquista del interior del país y valles intramontanos, actuó como centro regional desde el que se redistribuían los excedentes agrícolas, se fue formando el pequeño poblado de Tocuyito, que el Obispo Martí elevo a Parroquia el 16 de mayo de 1882 bajo el patrocinio de Nuestra señora de los Dolores y San Pablo el Ermitaño. Tinaquillo se formó en 1680 como el pueblo de indios Nuestra Señora del Tinaquito, refundándose en 1760 como Nuestra Señora del Socorro de Tinaquillo. San Carlos se fundó en 1678 como la villa de San Carlos de Austria. Pese a la única vía que la une a la ciudad de Valencia, surgieron sitios en donde al caer la noche podían acampar, entre ellos queda registrada la casa de El Naipe muy famosa por el juego de las Cartas. Para el año 1878 el camino Real de Valencia hacia Tinaquillo pasaba por el camino de Tocuyito y pueblo de San Pablo, que contaba con ochos casas y 36 haciendas entre ellas las tierras de El Naipe el centro más poblado popular, era la vía del Pao y Paya por la relación que tiene con la Laguna de Tacarigua (Lago de Valencia). “El rio Pao nace en la sierra de Carabobo con el nombre de rio paito, al comienzo de su curso toma dirección de sur a norte, como si fuera a car al lago de valencia. Pero da una curva buscando al oeste hasta recibir la quebrada recibir la quebrada de Las Manzana, donde ya toma rumbo al sur…. Y a fines de 1700, como era cundo los habitante de las Manzanas quedaban aislados de Valencia y Tocuyito, ya que el caserío estaba ubicado en el centro de la curva que da el Pao antes de correr hacia el sur… Todos estos ríos unidos con el Chirgua, alimentaban la presa de cachinche, en los límites de Carabobo y Cojedes. ”Entiéndase que las tierras que conformaban las tierras de Juan Martin Peñalver limitaban con la quebrada de las manzanas,, las sabanas de Carabobo y la serranía hacia Cojedes es decir los terrenos que hoy ocupan los caserío de El Rincón, Avenida el Pao, Chigüita, Carabobal y en donde estaba ubicado El Chaparral parte del Monumento Campo de Carabobo en donde esta el Mirador. Caserío de El Naipe Para el año de Mil Ochocientos Catorce (1.814) y Mil Ochocientos Quince (1.815) El Naipe, ya se había establecido dentro de los terrenos que ocupaba la sabana de Carabobo, estaba denominado como hacienda perteneciente a Juan Martí Peñalver, solo que no era muy nombrado, debido a que se le llamaba por sus sectores conocidos para la época como: “Cerro de Buena Vista”, el que era muy nombrado también, como el “Cerro Cajobita ” (Caobita) o “Arboledas del Cafetal”, por los antiguos caminos de recuas rio abajo, por los caminos del Pao que de Valencia conducen a San Carlos y viceversas, todos estos caminos donde se conocían las Vueltas de El Naipe ocupaban las tierras que fueron del General Jorge Aular. Estos terrenos también comprendían por el denominado Cerro Sagrado, cuyos caminos sirvieron a soldados patriotas y los realista para definir estrategias militares, de hecho se cuenta que durante la guerra de independencia casi desaparece este lugar, uniéndose so huyendo sus habitantes pero aun así quedo habitado por pocas familias, se dice que fueron siete en total las que se quedaron. En 1870 muere Don Juan Martin Peñalver y deja de herencia las tierras a sus hijas, dividiendo así los terrenos por lo cual ya la parte de el rincón le queda en pago a los jornaleros que les laboraban, esta parte le queda a Eufemia Rangel, estas tierras fueron pobladas por los trabajadores y se establece un pequeño pueblito en el que intentaron edificar una iglesia, pero no se logro el objetivo los tiempos políticos eran fuerte reinaba la incertidumbre en cuanto a los movimientos pre independentista. Los movimientos militares influyo en esa acción y mantuvo al pueblo casi desaparecido esta fueron causales por lo que estos caseríos no se levantaron como tal, ya que no contaban con autoridades eclesiásticas y tuvieron que depender de Tinaquillo y Tocuyito que eran los centros mas poblado y con representantes de la iglesia, esto terrenos perduraron hasta la llegada de Juan Vicente Gomes, quien expropio los terrenos por esta aledaño al monumento y por donde le pasaba el arreo de ganado, designando estas tierras a un pariente, que al trascurrir le otorga la tierra a la familia Barrios que vinieron a ocupar estas tierras, y los demás pararon a ser pisatarios el cual debían cancelar un pago mensual, por están en estos terrenos con la muerte de Gomes las tierras de El Naipe pasan a ser de la nación, y de allí el Instituto nacional de las tierras es el responsable del cuido otorgando títulos a las familias que allí estaban ubicadas, y la parte menos productiva fueron vendida a Don Horacio Guedez quien aporto terreno para que construyeran la iglesia, este vende al ultimo y actual propietario Sr. Román Betancourt los caserío. En estos tiempos el caserío de El Naipe que comprendían desde los sectores “La Berbinera”, “Vueltas de El Paradero”, “Las Garcitas” (hoy Gualembe),”El Granzón”, “Piedras Negras”, habitados por su mayoría por la Familia Rangel, Chacin, Guedez, Barrio y Mora, quienes estaban distribuidos por todas estos lugares, vivían de la agricultura y la cría de ganado, la única familia de lo que hoy llamamos turismo fue la familia Mora, quienes tenían una posada muy cerca de los terrenos de los Aulares en las Vueltas de El Naipe, Aquí citamos lo siguiente acontecimiento: El Naipe durante la guerra de independencia casi desapareció, al igual que durante las otras guerras fue afectado. Otro aspecto relevante fueron los intereses de los propietarios pues pertenecían a el un linaje familiar, como lo demuestra un testamento que data de 1879, Con la construcción del monumento campo de Carabobo el caserío de El Chaparral, es reubicado el cual le da origen a las Manzana sumándole la construcción de la represa de Cachinche y la carretera nacional le dio cambio rotundo al poblado. El Naipe, 24 de Junio de 1821 Este pueblito fue escenario de la batalla de Carabobo, para el día 23 de junio de 1821,el ejercito patriota estuvo en taguanes en donde acamparon, José Laurencio Silva toma el puesto de observación ubicado en el cerro de Buena Vista, en donde el Libertador logra observar las posiciones realista, allí la estrategia de avanzada de Bolívar fue extraordinaria, los realista tenían apostado en el paso ubicado en los cerrajones (Hoy cerca de la curva de Gualembe) dos cañones dispuesto para dar frente al ejercito que por allí avanzara hacia Valencia, esto motivo a Bolívar enviar a dos batallones por el camino real y los otro guiados por dos baquianos que Vivian en las tierras cercanas a El Naipe, guiaron por otros caminos conocidos por ellos al resto del ejercito patriota, logrando llegar por el lado norte del cerro Cayetana (hoy ubicado en el sector El Morro del caserío El Naipe), La Batalla de Carabobo, enfrentamiento militar que aseguró la independencia de Venezuela del dominio español, al ser derrotadas las fuerzas realistas el 24 de junio de 1821 por los patriotas venezolanos al mando de Simón Bolívar. En las sabanas de Carabobo, cerca de Valencia. El Historiador Arturo Santana en su trabajo de investigación sobre el sitio Histórico donde se libro este importantísimo acontecimiento, en 1921 por orden del General Eleazar López Contreras, Conto con el privilegio de realizar el Recorrido y Conversar con los Lugareños de esta comunidad y de algunos vecinos de los poblados Circunvecinos. Entre Ellos Juan Francisco Robles, de ochenta y siete (87) años de edad, hijo de Pedro Robles, ambos nativos del Campo de Carabobo, quien dio razón y fé, que su padre Pedro Robles, para el día de la batalla contaba doce (12) años, y fue llevado en unión de otros vecinos del lugar, a recoger heridos y a enterrar muertos; que la mayor cantidad de muertos fueron encontrados en la zona comprendida de la quebrada La Madera (oeste de la sabana), cien metros más o menos, corriendo en dirección al monumento; que no conoció otra pica, entre las quebradas El Naipe y Gualembe y Quebrada Carabobo, que la trocha abierta por el General Páez, y que iguales aseveraciones hacía Bernardo Arocha, vecino de El Naipe, quien vino de peón, ayudando a la apertura de dicha trocha, a la cabeza de la División del General Páez. Juan Francisco Robles, acompañaba a su padre Pedro, a recoger ganado en la finca de Carabobo, a raíz del triunfo de los patriotas! Conoció a Arocha y le oyó hablar sobre los anteriores sucesos. Conoció también al señor Agustín Báez, dueño u ocupante de la única casa que existía, cerca de donde está hoy el actual monumento. La otra casa de la sabana estaba situada a la orilla de la quebrada de Las Manzanas. Juan Francisco Robles oyó decir en algunas ocasiones a su padre que el General Cedeño, agonizante, fue conducido del paso de la quebrada de Barreras al pié de un cañafístulo centenario, que aún existe a 500 metros, de dicho paso en dirección a Valencia. Robles era un anciano, que conservaba plenamente sus facultades, de buen criterio y de conversación amena. En dos ocasiones fue mayordomo de la finca de Carabobo. La estrategia de Bolívar, desde el punto de vista táctico, antes de marchar en dirección al enemigo en busca de la batalla, destaca al Coronel Carrillo con un fuerte destacamento con el fin de batir las tropas realistas que cubren la región del Yaracuy y amenazar luego la línea Valencia-Puerto Cabello, en el concepto de que el enemigo se verá obligado a destacar algunos Cuerpos del ejército de operaciones y que, en consecuencia, no podrán concurrir a la batalla de decisión. Una vez más se deja dominar La Torre de la idea estratégica de Bolívar, y en oposición a Carrillo hace marchar dos de sus mejores y más veteranos Cuerpos. Preciso es considerar que La Torre, al establecerse en Carabobo y al destacar estas tropas el día antes de la batalla, se ajustó demasiado a la orden real, que le prescribía defender a todo trance la línea Puerto-Cabello- Valencia-Caracas, y en caso extremo, nunca perder a Puerto Cabello. Asegurado Bolívar por su izquierda, los diversos destacamentos que había mantenido sobre El Tinaco y El Pao, le libraban de toda sorpresa por su derecha. En su marcha de avance un destacamento cubría la vanguardia del ejército, que obligó, después de destruir los elementos realistas en Tinaquillo, toda resistencia de parte del adversario en las inexpugnables posiciones de Las Dos Hermanas. Analizando la batalla desde el punto de vista táctico y a la luz de los documentos históricos, nuestro criterio no puede estar de acuerdo con la opinión de algunos historiadores; y en consecuencia fijamos puntos, tratando de comprobar el buen criterio táctico del Libertador. No podemos seguir su criterio en cuanto a la marcha de aproximación del ejército de la fila de Buenavista a El Naipe y su reunión en este lugar. Propiamente el ejército descendía por Divisiones escalonadas; de manera que la vanguardia llega a inmediaciones del Abra, en tanto la retaguardia va dejando la fila de Buenavista. Aunque las distancias se estrechan en tanto el Libertador practica el reconocimiento, no es posible admitir la reunión de todo el ejército en el valle de El Naipe, por varios razones: 1°, el terreno no permite el emplazamiento en el límite de dicho valle de un Cuerpo de tropas de mayor efectivo a 2.000 plazas; el 2°, el Libertador no podía caer en el grave error de situar todos sus efectivos (teniendo el enemigo a 500 metros) en condiciones de no poder maniobrar en caso de un ataque de frente y con el peligro de que algunos elementos realistas establecidos en La Cayetana, o que viniesen en esa dirección, utilizaran la pica de Piedras Negras para desarrollar un ataque sorpresivo al flanco derecho y a la retaguardia patriota. Es nuestro criterio, que en la marcha de aproximación de la fila de Buenavista al valle de El Naipe, la División de Plaza venía en cabeza del ejército (Considerando que Plaza venía marchando siempre en vanguardia desde la salida de Barinas hasta la concentración en San Carlos).Esta situación permitió a la primera División (Páez) que estaba en columna de marcha en el curso de la quebrada El Lorito, marchase por su izquierda y siguiese por la pica de Piedras Negras hasta la depresión de La Cayetana. Y es muy probable también, por las razones expuestas, que Páez cubriera con la debida anticipación la vía de Piedras Negras, adelantando exploradores hasta la depresión de La Cayetana. Tampoco a Páez podía escapar el peligro de una sorpresa enemiga en esa dirección. Realizando el estudio de Campo sobre la maniobra y tomando los estudios realizado por Arturo Santana, principalmente. Consideramos algunos aspectos sobre El Lugar para el día de la Batalla entre ellos. “El 23 –dice en nota oficial el Secretario de Guerra al Vicepresidente de la República”– se reunió el ejército, que se había movido en Divisiones, y al amanecer del 24 nuestra vanguardia se apoderó de Buenavista. De allí observamos que el enemigo estaba preparado al combate”. Y en el mismo párrafo agrega: “reconocida la posición, S.E. creyó que no era abordable; y observando por la colocación del ejército español que éste no temía el ataque sino por el camino principal de San Carlos o por El Pao, que salía a su izquierda, dispuso que el ejército convirtiese su marcha, rápidamente sobre nuestra izquierda, flanqueando al enemigo por su derecha, que parecía más fácil”. De este documento se desprende: 1°, que hubo la observación previa desde la fila de Buenavista, constatada en su segunda observación a inmediaciones del Abra, por lo cual se penetró del dispositivo adoptado por La Torre para su defensa; 2°, que acatando el Libertador los principios de la guerra, practicó un reconocimiento por el fuego de la posición del Abra, que obligó al enemigo a mostrarse; 3°,que la orden para la batalla fue precisa; y 4°, que la idea del Comando republicano fue la de llevar todo el ejército sobre la derecha realista, donde se produciría el ataque. Por la observación se dio Bolívar una idea general de la situación que debía resolver, pero sólo por el reconocimiento constató que la posición no era abordable por el Abra. Es tradicional que al llegar la vanguardia a la casa de El Naipe, Bolívar, después de haber observado, detenidamente, con el anteojo desde el caballete de un rancho de paja, acompañado del Coronel Remigio Ramos, la posición del enemigo, avanzó hacia el Abra, donde sostuvo un nutrido y ligero tiroteo 19. Desde este sitio libró las primeras instrucciones para la maniobra desbordante. Por el documento citado se desprende que la orden precisa para la batalla no fue, ni por su concepción ni por su ejecución, la de un ataque de flanco apoyado por un ataque de frente, sino por un movimiento desbordante ejecutado con todo el grueso, para llevar el ataque de flanco a la derecha realista. En cuanto a la resolución de lanzar el ejército por la izquierda, fue acertada, porque en la ofensiva táctica, el ataque directo contra un adversario sólidamente posicionado puede conducir, en la generalidad de las veces, a un fracaso, ya que el terreno que hace de defensa accesoria, contribuye a equilibrar las fuerzas a favor del más débil. Y con esta operación buscaba el Libertador la parte débil de los realistas, que estaba en su flanco derecho y en su retaguardia. No tuvo Plaza la misión de atacar, sino de contener la defensa realista del Abra y encubrir el movimiento desbordante ya iniciado por las otras Divisiones, lo que podía cumplir, como lo cumplió ampliamente, con la sola ocupación del terreno frente al “Valencey”. A este respecto dice el célebre tratadistas militar Verdi du Vernois: “Existe la tendencia a exagerar, pues de supone que el defensor no puede ser detenido en su frente sino por medio de ataques más o menos enérgicos; sin embargo, por regla general, basta que las tropas se mantengan a corta distancia del enemigo, pues éste al desplegarse ya no está en condiciones de sustraerse al combate”. 20 Plaza no recibió orden de atacar por el frente, porque Bolívar no tuvo tal intención, y está suficientemente comprobado, que Plaza avanzó por propia iniciativa por el camino principal, cuando lógicamente se lo impuso el movimiento retrógrado del “Valencey”. Por otra parte, la situación en que momentáneamente quedó la tercera División en actitud de amenaza, fijando así al enemigo por el frente, constituyó el eje de la conversión. El movimiento ejecutado por las Divisiones Páez y Sedeño, según los actuales principios de la guerra, fue un movimiento desbordante, porque los Cuerpos patriotas de maniobra no perdieron el inmediato enlace táctico con la unidad encargada de contener, y en su ejecución la maniobra se mantuvo en el propio terreno del enemigo y casi todo su recorrido a la vista de aquél. La maniobra no fue posible ocultarla a la vista del enemigo, pero sí produjo la sorpresa moral al Comando realista, que en oposición hubo de cambiar su dispositivo de defensa, dando frente a retaguardia y empeñando sus tropas donde lo impuso la voluntad del Comando patriota. No podemos estar de acuerdo en que Bolívar empeñase aisladamente la primera División en una operación decisiva, dejando inactivas en el Abra la segunda y tercera Divisiones, cuando él personalmente presenció la maniobra y se situó en el terreno avanzado. Si la operación de la primera División hubiese estado sometida a un ataque de frente, aquélla hubiera sido secundaria y, por lo tanto, Bolívar habría permanecido en el Abra a la cabeza del grueso, y necesariamente habría atacado en esa dirección al romper los fuegos Páez. La segunda División siguió en cola de la primera, y Bolívar se encarga de confirmarlo cuando dice: “De la segunda División no entró en acción más que una parte del Batallón “Tiradores de la Guardia”, que mandaba el Benemérito Comandante Heras. Pero su General, desesperado de no poder entrar en la batalla con toda su División, por los obstáculos del terreno, dio sólo contra una masa de infantería y murió en medio de ella, del modo heroico que merecía terminar la noble carrera del bravo de los bravos de Colombia”. Interpretando como es debido esa manifestación de Bolívar, la segunda División no dejó de empeñarse porque hubiese quedado en el Abra, sino porque el terreno que siguió el grueso, muy particularmente el apilamiento de la caballería de Páez, no permitió sino avanzar dos Compañías de “Tiradores”, durante el período relativamente corto en que se decidió la batalla. Ahora, por conclusiones lógicas, si la segunda División no estaba en cola de la primera, Bolívar no habría podido traer del Abra tan rápidamente (a distancia de tres kilómetros por lo menos de donde se encontraba) las dos Compañías del “Tiradores”, ni toda la División hubiera asomado por el oeste a la finalidad de la batalla, simultáneamente con la División Plaza, conforme lo están de acuerdo todos los historiadores. Estudiemos ahora otros puntos esenciales. El itinerario seguido por las Divisiones Páez y Sedeño, tiene aproximadamente 4.800 metros, y la distancia de la casa de El Naipe al monumento, 2.700 metros, por la vía de San Carlos. La División Páez podía haber entrado en contacto con el “Burgos” en la quebrada Carabobo (paso del oeste frente a la plataforma superior de la sabana) encontrándose aún la División Plaza en El Naipe, frente al Abra. De El Naipe a la depresión de La Cayetana, o de El Lorito a La misma depresión, hay ……………………………………… 700 metros De esta depresión al paso de la quebrada El Naipe ....………… 600 “ De la quebrada El Naipe al paso de Garcitas ……………...….. 500 “De Garcitas a la estribación occidental del cerro La Centella…..1.000 “ De La Centella al paso de la quebrada Carabobo ……………... 800 “ De la quebrada Carabobo al monumento…………………...….1.000 “ Cuyas distancias sumadas dan un total de ……..……………. 4.600 metros Tomemos en cuenta los efectivos de las Divisiones Páez y Sedeño – 2.400 infantes y 1.800 jinetes.- Esas tropas, ocupando cada hombre de infantería Medio metro (1.200), y cada jinete dos metros (3.600), en columna de a uno, cubren un terreno de 4.700 metros. Y si hubieran podido marchar en columna de a dos, con las distancias reglamentarias, perfectamente cubrirían el itinerario de marcha. También es nuestro criterio, como dejamos anotado, que las tropas de maniobra sólo pudieron utilizar una parte de la pica de Piedras Negras, y un trozo de la pica de La Mona al entrar la caballería a la sabana por el noroeste. Pero del paso de la quebrada El Naipe hasta la quebrada Carabobo, siguieron por la pica que iban abriendo los zapadores, de intenso trabajo (quizás una hora) entre El Naipe y Garcitas, pues de ahí en adelante fueron por una cañada entre colinas de terreno duro, cascajoso y de escasa vegetación. Nos apoyamos en las aseveraciones de dos testigos oculares 22 y en el detenido y minucioso estudio que personalmente hemos hecho en el propio terreno. Veamos ahora los procedimientos tácticos de La Torre. Resuelto a batirse en Carabobo, fue una falta grave la de no tener un fuerte destacamento en las Vueltas de El Naipe, para ir conteniendo y desgastando a los patriotas. El dispositivo que adoptó en el campo, su defensa y el empeño de sus tropas estuvo en conformidad con los procedimientos de la época. No podemos estar de acuerdo con otros autores en decir que no había explorado todo el terreno y los encaminamientos secundarios. El avance patriota por su derecha fue conocido de La Torre, probablemente, porque de ello le diera parte el comandante del “Valencey”; y el ruido de sus propios cañones debió prevenir al Comando para tratar de conocer la causa de sus fuegos. Entre estos disparos y la llegada del “Bravos de Apure” a la quebrada Carabobo, medió un espacio de tiempo no menor de 30 minutos. Durante este lapso ¿podía estar ignorante de la maniobra patriota? No es posible juzgar, sin base histórica, una semejante ineptitud del Comando realista, hasta el punto de no haber pedido informes de lo que ocurría, ni de que el bravo y prudente Coronel del “Valencey” no los trasmitiera de propia iniciativa. La Torre fue preciso en llevar al oeste de la sabana el Batallón “Burgos”, y en librar instrucciones al “Barbastro” y al “Hostalrich” para que siguieran el movimiento, a defender su derecha amenazada; y ocupó el terreno más ventajoso para maniobrar y con magnífico campo de tiro. Es presumible que dicha orden fuese trasmitida, al constatar por los nuevos avisos del comandante del “Valencey”, que el movimiento de tropas patriotas por la derecha se acentuaba, comprobando así que no era un simple destacamento de maniobra, sino la masa que buscaba llevar el ataque decisivo por su derecha y retaguardia. La Torre no podía abandonar, en el primer momento, sus defensas sobre las vías principales; de ahí, que tanto por el retardo de las órdenes, como por el terreno a recorrer, las unidades realistas “Burgos”, “Barbastro” y “Hostalrich”, fueron empeñadas sucesivamente, es decir, que el segundo reforzó al primero, y el tercero, a los dos primeros, conforme habrá visto el lector en la descripción de la batalla. “Burgos” se encontraba a 1.000 metros, aproximadamente, del paso de la quebrada Carabobo, donde se inició el combate. Pudo llegar, pues, a tiempo de posicionarse, antes de que llegara a la quebrada el Batallón “Bravos de Apure”. “Barbastro” debió recorrer 600 metros de su primera situación a la sabana, y 1.000 metros hasta unirse al “Burgos”. Tiempo medio, 15 minutos que tuvo que combatir sola la primera unidad realista. “Hostalrich” debió recorrer 2.500 metros, más o menos. Tiempo aproximado, 25 minutos. Suponiendo que se pusiera en movimiento al mismo tiempo que “Barbastro”, entró en combate 10 minutos después que esta unidad, cuando los Batallones “Bravos de Apure”, “Cazadores Británicos” y las dos Compañías del “Tiradores” habían escalado la plataforma superior. En consecuencia, los tres Batallones realistas fueron batidos al detal, si no propiamente en el sentido material, sí en lo moral. “Burgos” se replegó de las barrancas, de la quebrada a la pendiente media de la plataforma superior, completamente desmoralizado, y este estado de ánimo aumentó, al perder, junto con “Barbastro”, los bordes superiores de la sabana. Empujados a una eminencia de la sabana (150 metros a retaguardia), entra “Hostalrich” por intercalación, lo que comprueba que dichos Cuerpos iban desbandados. Presionado La Torre, se repliega de la plataforma superior a la eminencia de la sabana, donde restablece un momento el equilibrio del combate con la entrada del “Hostalrich”, y llama a los Regimientos de caballería “Fernando VII” y “Carabineros del General”, que están a su mano, por ser de su guardia personal. De éstos, sólo una parte inició el ataque contra la derecha patriota, ya fuera porque el grueso venía retardado, ya porque el terreno no se prestaba para el empleo de caballería en líneas de Escuadrones. No a otra causa se debió que las plazas montadas del Estado Mayor de Páez, al mando de Vázquez, y un pequeño agrupamiento a las órdenes del Capitán Bravo, pudiesen rechazarlos con relativa facilidad. Forzado La Torre a seguir retrocediendo hacia el centro de la sabana, 500 metros más o menos al norte franco del actual monumento, se aferra al terreno y trata de ir al contra-ataque, contando con el grueso de los Regimientos “Fernando VII” y “Carabineros del General”, que a la derecha de su infantería se preparan, y seguidamente se lanzan en línea de Escuadrones contra la izquierda patriota. Es el momento en que el Regimiento del Coronel Muñoz asoma por el noroeste de la sabana, se une a las plazas montadas del Estado Mayor de Páez y a los jinetes del Capitán Bravo, y todos, bajo las órdenes del Benemérito General Páez, avanzan a recibir la caballería realista, llegan al entrevero, lancean sin piedad a sus contrarios, los desbandan, los derrotan y los persiguen en dirección sureste. Es muy criticable que La Torre no tratase de replegarse hacia el sur, con oportunidad de unirse a “Valencey” y a “Infante”, que venían en retirada, el primero por el camino de San Carlos, y el otro por el de El Pao. Unidos, aún quedaban en condiciones de prolongar la lucha, o de salvar el mayor número de tropas, retirándose por la vía de El Pao. Absoluta mala fe, ya que no puede tratarse de cobardía, por sus antecedentes y por sus hechos posteriores, fue la actitud asumida por el General Morales. Desacordado con el General La Torre, durante una quincena había permanecido en las sabanas de Tocuyito, y es probable que, el mismo día de la batalla, tuviese que recorrer los 15 kilómetros de distancia entre aquel punto y el campo de Carabobo. Ninguno de los historiadores señala su acción, sino a la finalidad de la batalla. ¿Por qué no llevó el grueso de la caballería a la parte norte del campo, seguro como debía estar por la información de la infantería que combatía en la plataforma superior de la sabana, de que los jinetes patriotas estaban cruzando la sabana para desembocar por el noroeste? En esta situación no solamente estaba en condiciones de ir batiendo por grupos la caballería patriota, sino de lanzarse en masa contra la izquierda de la infantería republicana. Todo el grueso de la caballería de Morales huyó sin combatir, menos un Escuadrón que al mando directo de él (Morales) se unió al “Valencey” y por corto tiempo defendió sus flancos, pero que huyó también al pasar de Barreras. Sólo aminora un tanto la actitud de Morales la circunstancia, de que la mayor parte de los Escuadrones de su caballería, estaban integrados por oficiales y por jinetes venezolanos, los que se eximieron de combatir, unos por temor, y otros por inclinación a la causa republicana. La Torre y Morales sostuvieron largas controversias, por la prensa, encontrándose el primero de Gobernador de Puerto Rico, y el segundo en las Islas Canarias, haciéndose mutuos cargos por la pérdida de la batalla, y en tanto no sean aclarados los sucesos del campo realista, en base de una suficiente documentación histórica, no se habrá dicho la última palabra sobre la gloriosa jornada de Carabobo. LA BATALLA La marcha del ejército patriota, en busca de la batalla, fue iniciada en San Carlos el día 20, pasando por Tinaco y el 22 fue a pernoctar en Tinaquillo. El 23 en la mañana el Libertador pasó revista a todo el ejército en la célebre sabana de Taguanes, y en la tarde del mismo día se estableció todo el ejército en las márgenes del río Chirgua hasta el pié de la serranía de Las Dos Hermanas, que lo separaba del Campo de Carabobo. Con la debida autoridad, el Teniente-Coronel José Laurencio Silva, con un destacamento de caballería, venía explorando la vía, asegurando en cabeza la marcha de las tropas. El 19 sorprendió los elementos realistas avanzados en Tinaquillo, y bajo su amenaza, fueron abandonadas por los realistas las fuertes posiciones de El Naipe y Las Dos Hermanas, comprendiendo el punto culminante de Buenavista, que dominaba a la vez los valles de Chirgua y la sabana de Carabobo. (Plano 12).Esta importante posición fue ocupada por Bolívar y sus tropas en las primeras horas de la mañana del 24, de donde observó detenidamente el terreno y el dispositivo de defensa adoptado por el ejército realista. El terreno en que se librará la batalla es una llanura, cuyo perímetro aproximado es de 15 a 16 kilómetros; de 4 kilómetros de longitud de este a oeste por 3 kilómetros en su parte más ancha de norte a sur. Por el norte está limitada por las filas del Algarrobal y de Las Manzanas; por el este, la fila de Las Manzanas y cerro La Laguna; por el sur, plan del Cartanal y valle de El Hoyito; y por el oeste, la quebrada de Carabobo. La llanura es de suave pendiente de norte a sur, cubierta de tupidos Chaparrales al norte, que se van raleando hacia el centro de la sabana. La vegetación es más espesa hacia el sur sobre los valles de El Hoyito y Cartanal. Los bordes de la sabana están poco pronunciados hacia el norte, o sea por donde entra la pica de la Mona; pero corriendo al oeste, hasta limitar con la quebrada La Madera, están cortadas casi perpendicularmente. Por el oeste franco la pendiente es más suave, y entre los bordes superiores y la quebrada Carabobo, se extiende un terreno casi plano de 150 a 200 metros de ancho, que limita por el noroeste con la quebrada La Madera y por el sur se prolonga al zanjón de Guayabal. Saliendo de este terreno para escalar la plataforma superior de la sabana hacia el este franco, hemos podido constatar que su pendiente permite ser escalada, tanto por la infantería como por la caballería. La sabana contaba para la época, con pocos encaminamientos: por el sur entraba el antiguo camino de El Pao, y por el suroeste el de San Carlos a Valencia, cuyas vías se unían a doscientos metros, más o menos, al este del actual monumento. La pica de La Mona, que propiamente se desprendía del camino de Montalbán a Valencia, cruzaba la fila del Algarrobal, y entrando por el norte de la sabana, bordeando el oeste, venía a caer a la unión de las vías principales indicadas. La pica conocida hoy con el nombre de Gualembe, es probable que se enlazara antiguamente, por la fila del Algarrobal, con la pica de La Mona, y siguiendo por las faldas de La Cajobita y de la Cayetana fuese a caer a la casa de El Naipe. Existió otra antigua pica de El Lorito a la casa de El Naipe (se ven todavía rastros de esta pica), llamada de Piedras Negras, con el fin de desechar el terreno bajo las vertientes de El Lorito y acortar por el terreno firme de las faldas occidentales de La Cayetana, el camino de San Carlos. Es tradicional que existió otra pica, que partiendo de la casa de El Naipe, faldeaba por el sur los cerros de El Vigía y de Boquerón para caer a El Hoyito. Después de un detenido estudio del terreno, de los documentos históricos y de las tradiciones, hemos llegado al convencimiento de que, del cerro de La Cayetana, para llegar al norte, noroeste y oeste de la sabana de Carabobo, no existía para el día de la jornada de Carabobo (año 1821) ninguna pica que pudieran utilizar las Divisiones de Páez y de Cedeño en su maniobra desbordante. La fila de Buenavista se encuentra situada a cinco y medio kilómetros del actual monumento de la Sabana de Carabobo. El antiguo camino de San Carlos, al partir de este sitio, descendía a Quebrada Honda, para serpentear a las estribaciones occidentales de los cerros El Morro y La Cajobita, y al cruzar la quebrada Lorito seguía el curso de ésta hacia el sur, para luego entrar al estrecho valle de El Naipe y en la dirección este unirse con la carretera, a trescientos metros, más o menos, de El Abra. (Antigua casa de El Naipe). Separándose de dicha carretera en dirección sureste, atraviesa las aguas unidas de las quebradas El Naipe, Gualembe y Garcitas, y faldeando el cerro de El Vigía al noroeste, formaba un estrecho desfiladero, a cuya salida, una serie de colinas anuncian la aproximación de la sabana. A setecientos metros, en dirección norte, cruza la quebrada de Carabobo y, por entre bajas colinas, viene a desembocar al suroeste de la llanura. Conocida la naturaleza del terreno, veamos ahora el dispositivo adoptado por el Comando realista, para su defensa. “Valencey” cubre el camino de San Carlos a Valencia, a inmediaciones de la quebrada El Naipe, dos compañías defienden El Abra, desplegadas a derecha e izquierda del camino, el grueso en batalla en las colinas inmediatas a retaguardia. Las dos piezas de artillería de que dispone el ejército realista se encuentran emplazadas en una colina al norte del Abra, un poco a la derecha y a la altura del grueso del “Valencey”. El Batallón “Hostalrich”, en columna de marcha, en el curso del camino, apoya sus primeros elementos en las barrancas de la quebrada de Carabobo. El Batallón “Barbastro”, en actitud de espera, fija su derecha en el zanjón de Guayabal, y su izquierda en las pendientes de la sabana que corre hacia El Hoyito; sirve de sostén al “Infante”. El Batallón “Infante”, situado en el curso del antiguo camino de El Pao, mantiene algunos elementos avanzados en los límites con el valle del mismo Hoyito y la fila de Boquerón. El Comando realista y el Batallón “Burgos”, que sirve de reserva, ocupan el cruce de los antiguos caminos de San Carlos y de El Pao hacia Valencia, más o menos a doscientos metros del monumento actual. Los Regimientos de caballería “Fernando VII” y “Carabineros del General”, que actúan bajo la orden directa de La Torre, cubren el sureste de la sabana. La caballería de Morales, que durante una quincena ha permanecido en las sabanas de Tocuyito, viene a situarse cerca de la quebrada de Barreras, y probablemente, sólo a la finalidad de la batalla, alcanzó el este franco de la sabana, en la salida hacia Valencia. A las 8 a.m., aproximadamente, las Divisiones patriotas restablecen la columna de marcha y por escalones van descendiendo de la fila de Buenavista y cruzan a Quebrada Honda para llegar al sitio de El Lorito y a la quebrada de su nombre, en cuya margen derecha existía una antigua casa, de donde se desprendía la pica de Piedras Negras. La División que marchaba en cabezas (probablemente la División Plaza) siguió por la margen izquierda de la quebrada El Lorito y entrando por el valle alcanzó la antigua casa de El Naipe. En media hora debieron recorrer estos primeros elementos los tres kilómetros de distancia entre este último punto y Buenavista. Bolívar se adelantó al grueso de vanguardia, y asegurándose por el frente contra cualquier sorpresa, monta sobre el techo de un pequeño rancho de paja en compañía del práctico Remigio Ramos, y por varios minutos observa las posiciones del adversario. No seguro de su observación por la vista, se une a la descubierta y practica un reconocimiento de la posición por medio del fuego, lo que obliga al enemigo a mostrarse. “Reconocida la posición, su Excelencia –dice en nota oficial el Ministro de Guerra en campaña, dirigida al Vicepresidente de Colombia– creyó que no era abordable; y observando por la colocación del ejército español, que éste no temía el ataque sino por el camino principal de San Carlos o por el de El Pao, que salía a su izquierda, dispuso que el ejército convirtiese su marcha, rápidamente, sobre nuestra izquierda, flanqueando al enemigo por su derecha, que parecía más fácil”. En consecuencia, establecida la tercera División en El Naipe, para cubrir la maniobra y contener las tropas realistas que defendían el Abra, la División Páez, siguiendo las instrucciones que le transmitió el Libertador por medio de un Ayudante, y llevando en cabeza los gastadores de todos los Cuerpos, inició el movimiento desbordante a las 9 a.m., por la antigua pica de Piedras Negras, y al llegar a la depresión entre el cerro de La Cayetana y La Cajobita, dejó a su derecha el curso de dicha pica hacia El Naipe y corriendo hacia el norte busca el pasaje de la quebrada del mismo nombre, a seiscientos metros más arriba del Abra. La División Sedeño sigue en cola de la División Páez. Los Cuerpos entran en un terreno bajo, húmedo y boscoso, bañado por las aguas de las quebradas El Naipe, Gualembe y Garcitas. En esta zona debieron vencer los patriotas los mayores inconvenientes de la naturaleza del terreno, empleando serruchos, hachas y machetes para abrir el encaminamiento, en un trayecto más o menos de 500 metros. Al pasar las tropas dichas quebradas, ascienden una colina despejada de vegetación, equidistante 500 metros del Abra y del emplazamiento de la artillería realista, cuyos fuegos causaron bajas a los patriotas, a pesar de que el Capitán O’Leary iba indicando “hileras a la izquierda” y el movimiento de columna de a uno se acelera cada vez más. A partir de este sitio las columnas siguen al norte franco por el estrecho valle arbolado de la quebrada de Garcitas, ya a cubierto del fuego y de la vista del enemigo, y escalan la estribación oriental de la elevada colina de la Centella, de donde divisan ampliamente los chaparrales de la sabana. El descenso de esta altura lo ejecutan las tropas por dos encaminamientos y las columnas siguen separadas, atraviesan el arroyo de Cañafístula, hasta unirse en un paso obligado en la quebrada Carabobo, frente a la plataforma oeste de la sabana. Penetrado el Comando realista del movimiento desbordante que van desarrollando los patriotas, probablemente mediante parte dado por el Jefe del “Valencey”, La Torre se pone a la cabeza del Batallón “Burgos”, o sea de su reserva, y envía instrucciones a “Barbastro” y a “Hostalrich” para que sigan su movimiento, a disputar el terreno a su derecha amenazada. El “Burgos”, haciendo un recorrido de ochocientos a mil metros, desplegó algunas guerrillas (pelotones) en la plataforma inferior de la sabana, sobre las barrancas de la izquierda de la quebrada Carabobo, y el grueso, bordeando el oeste de la plataforma superior de dicha sabana. Los elementos posesionados en los bordes de la quebrada Carabobo rompen los fuegos a las 11 a.m., tratando de impedir el avance del “Bravos de Apure”, que viene en cabeza de la División Páez. “Bravos de Apure” atraviesa la quebrada, recibiendo fuegos de frente y luego por su flanco derecho en su recorrido al norte, hasta poder entrar en formación de combate en un terreno casi plano de 150 metros, en su parte más ancha, que corta al noroeste la quebrada La Madera, y se prolonga en una extensión de casi seiscientos metros, hasta cruzar en dirección sureste el zanjón de Guayabal y formar el acceso de más suave pendiente, para entrar a la sabana. El “Bravos de Apure” acomete contra el grueso del “Burgos”, que viene descendiendo de la plataforma superior, mas no resiste el contra-ataque de la unidad realista, y se repliega en desorden en dirección a la quebrada La Madera. En tanto, el “Cazadores Británicos” cruza a la vez por el mismo encaminamiento la quebrada Carabobo, y viene a interponerse entre el “Burgos” y el “Bravos de Apure”, forma en batalla, clava su bandera, pone rodilla en tierra y resiste el nutrido fuego de sus contrarios. Las filas del “Cazadores Británicos” van quedando raleadas: su Jefe, el Benemérito Coronel Farriar, cae dando la voz de ¡FIRME! Lo remplaza el Mayor Davy, quien a su vez, herido de muerte, tiene que ceder el mando al Ayudante Scott. Un momento después,

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