Guías de Viaje

Ascenso al Auyantepui (Parte 4/4)

Parte final de la narración de un ascenso al Auyantepuy (parte 4/4). Para ver la parte anterior hacer clic aquí. Para ver el inicio, hacer clic aquí.


Pequeña muestra de las flores observadas

Día 4: En la cumbre del Auyantepuy

El tope del tepuy

El tope del tepuy es bastante extraño. El suelo es rocoso,algunas zonas tienen tierra o barro, hay algunos charcos y algunos manantiales. Se consiguen flores muy variadas. Lo que si hay muy pocos, son insectos y aves. De vez en cuando aparecen peñascos y grietas.

La cima del Auyantepuy es mucho más accidentada que la del Roraima, y por lo tanto las excursiones allí son más complejas. Tal como habíamos explicado, el único punto de acceso a pie del Auyantepuy es por el lado Sur. El Salto Ángel se encuentra en el lado Noreste. Ir desde donde estábamos hasta el nacimiento del Salto Ángel toma alrededor de dos días adicionales, que no teníamos, por lo cual nos quedamos en esta área. (Siempre está la excusa y la posibilidad de volver).

Muy cercano al campamento está un busto de bronce de Simón Bolívar, colocado en una excursión de la Universidad Central de Venezuela en 1956.


Días 5 y 6: El descenso del Auyantepuy a Uruyén

Después de haber permanecido un día completo en el tope, iniciamos nuestro descenso. La lluvia, que no nos abandonó mientras estuvimos en la cima del Auyantepuy nos dio algunas treguas, por lo cual tuvimos un descenso más agradable. Sin embargo, el piso estaba completamente húmedo, por lo cual tenía sus dificultades. Lo que habíamos subido en 3 días, lo debíamos bajar en dos.

El primer día de descenso fue relativamente corto, ya que nos volvimos a quedar en "el Peñón", por ser el lugar más apropiado para la cantidad de carpas que teníamos.

El segundo día de bajada

El segundo día, fue muy largo. Con un recorrido de unos 25 kilómetros. En la mañana seguimos corrido hasta el campamento de Guayaraca, con pocas paradas. Esto no impidió que nos tomáramos un tiempito para balancearnos en unas lianas. El suelo estaba completamente húmedo y empantanado, como lo atestiguan las botas que mostramos aquí abajo.


Columpiándose en una liana


¿De que color eran los zapatos?

Después de un rápido almuerzo en Guayaraca, iniciamos el regreso. Esta vez no teníamos que llegar hasta Kavac, sino hasta Uruyén, que quedaba un poco más cerca. Volvimos a disfrutar todos los lugares que tanto nos habían gustado. Volvimos a cruzar el río Okoine. Pero esta vez ya teníamos mucha más experiencia. El paso había que apurarlo ya que la noche estaba a punto de caer. Contemplábamos el Auyantepuy, esta vez a nuestra izquierda, hasta que por fín se divisó un caserío al fondo. ¡Era Uruyén!


El Auyantepuy a la izquierda


Llegando a Uruyén


Día 7: El regreso

Después de un reparador sueño, nos despertamos con una de las vistas más lindas que se pueden ver. El Auyantepuy despejado. ¡Qué espectáculo! Nos dedicamos a tomar fotos y a bañarnos en el río que está al borde del campamento.


El campamento Uruyen y el Auyantepuy


Foto de parte del grupo

Finalmente, se realizó un partido de fútbol entre los pemones y los jóvenes que venían con nosotros (¿De donde sacan tanta energía?). Se preparó un balón improvisado con papel de periódico y cinta adhesiva y ¡a jugar! Todos jugaron descalzos. El resultado: ganaron los locales 12 a 4.

Poco después llegó la avioneta que nos llevó de regreso a Puerto Ordaz. Pudimos reconocer desde el aire algunos de los lugares que habíamos recorrido. Teníamos la esperanza de poder ver el salto Ángel, pero se nos ocultó entre las nubes. ¿Estaría lloviendo? Probablemente.

Espacio Publicitario



Fin Espacio Publicitario

Espacio Publicitario



Utilizamos Cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias.
Más información en Condiciones de uso
© venezuelatuya.com S.A. 1997-2024. Todos los derechos reservados. RIF J-30713331-7 US 1390
Powered by Globalwebtek.com