Un sueño para Venezuela
Capítulo 2

¿Cómo llegamos aquí?

En esta sección presentamos un resumen del libro "Un sueño para Venezuela" de Gerver Torres.

En la gráfica siguiente se muestra como ha variado el ingreso fiscal petrolero por persona. Se puede observar como después de un ascenso más o menos ininterrumpido hasta 1974, el precio del petróleo comenzó un fuerte descenso.

Los venezolanos no hemos llegado a esta situación por casualidad o por algún infortunio de la naturaleza. En este capítulo se explican los 3 grandes factores que nos han llevado a esta situación, a saber:

Los dos primeros factores serán analizados en este capítulo, mientras el tercero será dejado para el siguiente.

I. NUESTRA RELACIÓN CON EL PETRÓLEO

Mientras en otras sociedades han visto aparecer al estado moderno como una institución que fija y hace cumplir reglas para crear riqueza, el nuestro nació para distribuir una renta que durante mucho tiempo no hizo sino crecer.

¿Somos los únicos en esta situación? De ninguna manera. Esto le ha sucedido a casi todos los otros petro-estados como Irán, Argelia, Irak, Libia, Nigeria. En todos estos países, el Estado ha monopolizado el control de la industria y se ha convertido en el gran distribuidor de la renta que genera. En todos estos países hay factores comunes tales como:

a) La pobreza de las instituciones

El estado lo es todo, petróleo, Estado, nación, sociedad. Los individuos que no son parte del Estado son extremadamente débiles y en algunos casos insignificantes. El estado tiene todo el poder concentrado en sí mismo y actúa discrecional y arbitrariamente, No se desarrollan ni valoran reglas de juego, es el estado que decide caso por caso. Esto fomenta el desarrollo de una sociedad clientelar, en la cual para prosperar hay que estar cerca del Estado.

b) Hay un capitalismo, pero de Estado.

Con el poder que le da el ingreso petrolero, el Estado se convierte en el gran empresario del país, esto es lo que se llama un "capitalismo de estado", en donde el Estado es jugador y árbitro a la vez y le impide al sector privado invertir en los sectores donde el país tiene mayor oportunidades. Y lo que es peor, el petro-estado, ocupado por sus funciones de empresario, no hace las funciones que son verdaderamente críticas y que solo puede asumir el.

c) Excesiva vulnerabilidad y volatilidad de la economía.

La economía se convierte en una completa montaña rusa, ya que dependen de un solo rubro. Cuando el precio del petróleo está alto, todo funciona bien, pero cuando está bajo, la crisis es grande. Y el petróleo, como la mayoría de las materias primas tiene un precio cíclico, es decir que irremediablemente sube y baja.

Sin embargo, lo que puede ser peor, son las 8 creencias que hemos desarrollado los venezolanos por la presencia del petróleo, y esto a pesar de que la relación del venezolano con el petróleo es muy distante. En efecto, la inmensa mayoría de los venezolanos estamos muy lejos del petróleo y en consecuencia conocemos muy poco de él. Pero veamos cuales son esas 8 creencias.

i. Somos un país muy rico

Esto es lo que piensa la mayoría de los venezolanos, pero la verdad es que no lo somos. Venezuela es usualmente clasificada por los organismos internacionales como un país de ingresos medios, ocupando para el año 98 el lugar 88 en una lista de 206 países. Hay que entender que una cosa es que el terrirotrio sea rico en recursos naturales y otra muy distinta es que el país o la sociedad sean ricos.

ii. La riqueza no la genera la gente, la genera la naturaleza.

En esta manera de ver el mundo, la calidad de la gente no cuenta como un factor crítico para generar riqueza, entonces la educación no puede ser percibida como un factor fundamental para el progreso.

iii. No debe haber individuos más ricos que otros: o todos somos ricos o todos somos pobres.

La riqueza solo puede ser colectiva, se percibe como una herramienta que nos pertenece a todos, y por lo tanto, nadie puede tener derecho a una mayor cantidad de ella, sin importar cuales sean sus méritos individuales.

iv. Lo que es de todos, es de nadie

La mentalidad es que frente a los bienes públicos hay que tomar lo máximo que sea posible, sin dar a cambio. Esto ha creado una sociedad extractiva y depredadora, de cazadores de renta, en la que cada uno busca la mejor manera de apoderarse de la mayor parte posible de esa riqueza (real o imaginaria)

v. El estado es la solución a todos los problemas.

Nos hemos acostumbrado a ver al Estado básicamente como un repartidor y como la posible solución a todos nuestros problemas, renunciando a nuestra propia responsabilidad sobre nuestro futuro.

vi. Si eliminamos la corrupción, se resuelven todos nuestros problemas.

Una creencia ampliamente compartida en la sociedad venezolana es que basta con eliminar la corrupción para que cada uno de nosotros reciba lo suyo y todos vivamos muy bien. Y sin querer negar que la corrupción constituye uno de los grandes problemas de Venezuela, esto dista muy lejos de la realidad.

vii. No se necesita gente capaz sino simplemente gente que reparta equitativamente lo que existe, que es suficiente y nos corresponde a todos.

Entonces la prioridad es más bien contar con gente honesta que distribuya lo que ya existe, que es suficiente y nos corresponde a todos.

viii. Los contactos son más importantes que los méritos.

En la búsqueda de riqueza, el contacto se vuelve crítico para aumentar nuestras posibilidades de éxito económico. Esto hace que el 60 por ciento de los venezolanos creemos que la riqueza es producto "de la corrupción, el robo o los contactos con el gobierno".

II. LA ESTRATEGIA DE DESARROLLO ECONÓMICO

El segundo factor al que le atribuimos considerable peso en la declinación que ha sufrido Venezuela en las últimas décadas es la estrategia de desarrollo económico que pusimos en marcha desde finales de los años cincuenta, la cual se conoce como "crecimiento hacia adentro" y "sustitución de importaciones".

Esta estrategia, que estuvo de moda en toda América Latina consistía en prohibir o penalizar las importaciones para que los productores nacionales pudiesen competir. Este cierre de importaciones debía ser temporal, mientras el país se desarrollaba y se volvía competitivo. Sin embargo, lo que hizo fue crear empresas ineficientes que no podían competir, ya que no les hacía falta y penalizar al consumidor con productos de mala calidad y/o costo mayor que los del exterior.

En un capítulo posterior (IV) detallaremos el tercer factor, el deterioro de la educación. En el próximo capítulo veremos que no todo está perdido y que Venezuela cuenta con un excelente punto de partida para construir.


Cap 1


Cap 3

Enlaces relacionados:

www.paravenezuela.org www.liderazgoyvision.org