Tradición y Cultura

La pasión de cristo, una representación fervorosa

En los días de Semana Santa la iglesia católica celebra diferentes ceremonias y remembranza en torno a los últimos días de la vida de Jesucristo, anualmente cientos de feligreses acuden a sus templos y realizan diferentes ofrendas y actos para recordar el mayor acto de amor que realizo el hijo de dios por los hombres.

En Venezuela paralelamente a los actos solemnes de la iglesia se dan diferentes manifestaciones que se han convertido en tradiciones de la Semana Mayor, específicamente en los estados Trujillo, Mérida, Monagas y Anzoátegui, los fieles seguidores católicos realizan una representación pública que escenifica los últimos días de cristo. Las representaciones son realizadas por actores populares, personas pertenecientes a la comunidad que se preparan para representar diferentes roles y formar parte de La Pasión y Muerte de Cristo. El acto esta conformado por mas de 15 escenas que narran la historia sagrada de Jesucristo. Y aunque encontramos que todas tienen sus peculiaridades según la zona donde se realice, los guiones de todas se asemejan mucho entre si.

Esta costumbre proviene de Europa y fue traída por los españoles. Ya desde muchos siglos atrás encontramos en la historia del teatro que las representaciones populares y públicas de la pasión de cristo tienen un gran significado y peso en la trascendencia del teatro popular. En Venezuela, escenificar la vida de cristo en la calle tiene un gran significado religioso, además permite convertir en un acto colectivo las diferentes formas de expresión teatral, son festividades que permiten unificar a las comunidades en un fin común y se han convertido en tradiciones populares y llamativas para los habitantes y foráneos, de hecho forman parte del atractivo turístico de muchos sitios de esta patria.

Cada año diferentes actores escenifican los momentos más importantes de la sagrada historia, escenas tales como: La entrada de Cristo en Jerusalén, La multiplicación de los panes, El Sermón de la montaña, La resurrección de Lázaro, La Sagrada cena, El huerto de los olivos, el Vía Crucis, La Crucifixión, la Resurrección y Asunción, entre otras han pasado a formar parte de la tradicional expresión religiosa.

Para estas manifestaciones teatrales se ensamblan diferentes tarimas decoradas como el santo sepulcro, el palacio de Pilatos, Herodes, el monte de los olivos, etc. La representación tiene un carácter dramático, en algunos pueblos comienzan el domingo de ramos, en otros los miércoles santos culminado las representaciones el domingo. Indistintamente las escenas son sorprendentemente reales y específicamente la escena de la Crucifixión resulta dolorosa y trágica, el personaje a ser crucificado es generalmente alguien que paga una promesa y realmente carga una pesada cruz, los personajes que le acompañan visten usanzas de la época, resaltan los trajes de la guardia romana pues usan muñequeras, pecheras, capas, cascos, sandalias y espadas; las mujeres visten túnicas y velos, los hombres van ataviados de igual manera con túnicas y sandalias. La confección de traje, los guiones, las tramas y escenas son preparadas tomando las referencias de la Biblia.

En esos días santos las diferentes comunidades expresan su fervor religioso, las fiestas culminan compartiendo el pan y la mesa en casas de vecinos, familiares y amigos.

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