Regresan los pelícanos

Regresan los pelícanos

Ya es de tarde, en la laguna de Tacarigua, y desde un peñero, aguardando silenciosos y estáticos, a la orilla del manglar, distinguimos a lo lejos distintas bandadas de pájaros que regresan a su sitio de descanso para pasar la noche. Al día siguiente, muy temprano, levantan vuelo de nuevo, para pasar el día explorando sus placeres de pesca.

El espectáculo es recurrente, todas las tardes se repite y, para los visitantes del parque, es algo así como un ritual que consiste en ver la puesta de sol adornada por gotas de color, pintada de garzas, gaviotas, pelícanos, tijeretas y corocoras.

Durante el día se los ve pescando, dándose fuertes chapuzones y llenando su garganta con los peces que avistan desde lo alto. Las gaviotas Guanaguanare los vigilan y los persiguen para robarle los peces, posándose sobre sus cabezas justo al salir del agua con el botín.

Su vuelo en "V" es característico. Así regresan al dormidero al atardecer. Mientras descansan, abonan el manglar, concentrando sus desechos corporales en sitios precisos. De este modo colaboran con el mantenimiento y el crecimiento del manglar, creando un mutualismo muy deseable en esa interesante comunidad de Tacarigua.